sábado, 20 de noviembre de 2010

MANIFIESTO A LA COMUNIDAD FILOSÓFICA DE MÉXICO:

MANIFIESTO A LA COMUNIDAD FILOSÓFICA DE MÉXICO:

La manipulación de las sociedades y de los individuos -como ya lo han manifestado grandes filósofos- es un fenómeno histórico y cultural atribuido a la naturaleza social del hombre. Podría decirse hasta cierto punto que es un fenómeno natural de las sociedades y de los individuos, pues cada ser humano conserva en su ser las tradiciones, los usos, las costumbres, las normas y valores, los conocimientos, las ideologías, las creencias establecidas en su sociedad. Por ello, el hombre es la memoria histórica, social y cultural del pueblo que lo vio nacer y crecer.

Bajo esta perspectiva, en la gran mayoría de los casos, el ser humano se convierte en un ser pasivo, puramente receptivo, que sólo le da sentido a su vida a partir de lo ya creado y establecido en su sociedad por otros, y en todo caso está ávido de las nuevas creaciones, de las nuevas modas. El sólo comprende, interpreta y actúa dentro del mundo como lo establece su sociedad.

Sin embargo, esta manipulación social hacia el individuo, aunque es asumida por la sociedad en su conjunto, regularmente es una imposición controlada por los llamados “grupos fácticos de poder” dominantes. Estos grupos marcan las pautas por los medios a su alcance de qué son las cosas, cómo, por qué, para qué, cómo debemos entenderlas, qué debemos saber y creer y qué no, qué debemos ser y hacer y qué no, siempre de acuerdo a sus intereses. Ellos son los que piensan, descubren y crean verdades y realidades y las establecen como paradigmas de vida por las cuales debemos conducirnos “para estar a la moda, a la vanguardia, para formar parte del desarrollo y del progreso humano”.

Con el impulso del modelo económico neoliberal en la década de los 80's, los grandes consorcios, los poderes empresariales y los monopolios, no sólo se han sumado a los grupos de poder tradicionales (los poderes del Estado, los partidos políticos, las instituciones religiosas, etc.) sino que han marcado las pautas de desarrollo, del progreso y el rezago entre los diferentes sectores de la población en los países capitalistas; y en algunos países como México, incluso han sido tan favorecidos que han desplazado los poderes federales y han marcado aún más los abismos entre las clases sociales, en donde pocos son los que tienen mucho y muchos son los que tienen poco. Por lo que éste modelo económico trascendió de lo económico al aspecto político, social, cultural y ontológico; Sin embargo, estos grupos de poder fácticos obedecen a un fenómeno mundial de globalización bajo los intereses de gobiernos y empresas trasnacionales, principalmente estadounidenses y de la Unión Europea, y a organismos internacionales como el FMI, el BM, la OCDE, entre otros.

Al controlar la economía, éstos grupos de poder controlan a su vez de manera directa e indirecta los modos de vida social e individual, deterioran la incipiente democracia eliminando e imponiendo gobiernos, sustituyen valores sociales, cívicos, culturales y morales, imponen modelos de vida a seguir: qué se debe ser y hacer, cómo y por qué, qué se debe saber y qué no. Así es que unos diseñan paradigmas de vida y otros las asumen como realidad propia, casi siempre de manera acrítica. Esta es la sociedad en la cual todos somos iguales, todos somos 'uno', como diría Heidegger porque no nos distinguimos unos de otros ni en nuestro modo de ser y nuestro modo de hacer, si acaso podemos elegir unos una cosa y otros otra de la gran variedad de lo que otros han establecido, al fin hay modelos establecidos para todos los gustos.

En estas condiciones pasivas, puramente receptivas del común de los ciudadanos, los poderes fácticos “nos dan la libertad” de elegir y marcar nuestras propias pautas de vida, pero siempre dentro de la variedad de lo ya establecido por sus intereses que funcionan como paradigmas, pero no hay cabida para las nuevas creaciones, modificaciones o propuestas distintas o contrarias a lo establecido, ya sea que hayan sido propuestas por un individuo aislado o por organizaciones sociales a los que llamarían 'grupos subversivos', ya que los ideales y paradigmas nuevos, diferentes o contrarios, las libres creaciones son duramente cuestionadas mediante sus principales aliados: los medios masivos de comunicación, y si así conviene eliminados por los grupos de poder mediante la descalificación social o fuerza pública.

En México, los medios de comunicación llevan décadas de manipulación y de alienamiento de la conciencia no sólo en los adultos, sino también, y más apropiadamente desde la niñez y la juventud por medio de la publicidad masiva de enajenantes que han hecho del mexicano 'un algo' fácilmente manipulable. Mediante la introducción de juegos computalizados cada vez más sofisticados, los niños se salen de su realidad para entregarse por horas y por completo a estos diseños virtuales de las máquinas. Ahora el niño ya no crea su propio mundo, sus juguetes con cañuelas de maíz, o carrizos de haba, ni siquiera se arrastra por el suelo rodando un carrito, esto ya es anticuado, obsoleto, la moda es guiar el juguete mediante un control remoto, y así la televisión, la radio y otros enajenantes. El trabajo mediante el cual el ser humano se vuelve creador de mundo, por el cual lo explora y comete errores y mediante ellos va aprendiendo, está desapareciendo. La comodidad, la pasividad, la no acción se ha vuelto ahora una 'virtud', no así el trabajo, la acción creadora y la emancipación.

Ahora el virtuoso ya no es el que resuelve problemas reales y de fondo, sino el que es competente y sirve para otorgarle ganancias al industrial o al empresario, saber trabajar es saber producir; o en el mejor de los casos es virtuoso aquel que no se priva de una vida pasiva y llena de comodidades, que ya tiene todo resuelto, que ya no tiene en que pensar, y que sabe “utilizar” el mundo, los recursos y los logros de otros para satisfacer sus caprichos, intereses y proyectos inducidos por la mercadotecnia ¿Por qué? Por que como diría Marx, ya lo alienaron, ya le mataron su conciencia y su autonomía, ahora vive de los demás y para los demás, vive de lo que otros crean, así sean ficciones, mentiras, manipulaciones que ofrece el mercado; el 'poder de consumo' es otra gran virtud en un mundo globalizado saber consumir es saber vivir, es estar a la vanguardia, a la moda, es transformarse y es saber 'progresar'.

Los medios masivos de comunicación, nuestros más cercanos guías, nuestros educadores asignados, nos entretienen divirtiéndonos en los shows de la politiquería nacional para que así tomemos parte por el pinto o el colorado, en las ligas de fútbol, las vulgares telenovelas o las sangrientas caricaturas. Los medios de comunicación son el campo de batalla en donde los grupos de poder juegan a ganar mayor número de conciencias enseñándonos a sentir, a pensar y actuar conforme a sus intereses, o sea fuera de nuestra propia realidad, porque entre más alejados estemos de nuestra propia realidad el ser humano es más susceptible de manipulación.

LA EDUCACIÓN EN MEXICO ES SINÓNIMO DE ENAJENACIÓN.

Para ir consumando esta indigna forma de vida, el gobierno mexicano ha impuesto recientemente una serie de reformas de Estado, entre las cuales destaca la “Reforma Educativa” basada en “Competencias”, que si bien es impuesta por el gobierno federal , es orientada -como ya se mencionó- desde el FMI y el Banco Mundial, legitimada en los Acuerdos de Bolonia y adoptada por los llamados países desarrollados y subdesarrollados.

La tendencia de la actual política educativa globalizada, de corte neoliberal fortalece nuestra dependencia y sometimiento a los intereses de grupos de poder nacionales e internacionales, sustituyendo los “aprendizajes para la vida” por “competencias para el trabajo y el desarrollo económico”, que si bien son importantes no son lo único ni lo primordial para la formación del ser humano ni para el desarrollo de un país. Esta Reforma ha impuesto Asignaturas que desarrollan habilidades técnicas, manuales y competencias requeridas por los poderes empresariales, es una educación técnico-economicista que forma a los jóvenes para ser “competitivos, es decir, para producir más en el menor tiempo y con los menores recursos, en puestos subordinados y poco remunerados, pero no tienen como finalidad proporcionar una educación integral al ciudadano ni para resolver los problemas, las necesidades e intereses como individuos ni como nación.

LA ELIMINACIÓN DE LA FILOSOFÍA DEL SISTEMA DE BACHILLERATO NACIONAL.

Para salvaguardar esta tendencia, se han eliminando Asignaturas humanísticas y filosóficas que desarrollan la reflexión, la crítica y la argumentación, y que indudablemente formarían parte del desarrollo humano, personal, profesional, social y laboral de los jóvenes y de los ciudadanos. En 2004 el entonces Subsecretario de Trabajo y Previsión Social, Francisco Xavier Salazar Sáenz, anunciaba “una política educativa que establezca las megatendencias mundiales congruentes con el proyecto de globalización para lograr que los egresados de las universidades sean útiles al sistema productivo, es decir, compitan por puestos de 'mano de obra' en las industrias o empresas, y que 'compitan entre sí' para ocupar los puestos... En ese sentido, no hay cabida para las carreras humanísticas, y principalmente filosóficas, porque no pueden ser el destino para toda la sociedad. Esto sólo pasaba en la época de los griegos, cuando se dedicaban a la filosofía pero tenían un ejército de esclavos trabajando. Hoy ninguna sociedad puede vivir sólo con filósofos; tenemos que buscar algunos pensadores, pero no todos pueden ser intelectuales. Por lo tanto, México requiere más técnicos y menos filósofos., por que desde ahora las plazas disponibles para los humanistas son escasas, o al menos tienen un nivel significativamente inferior a los puestos ofrecidos para científicos o técnicos” (Periódico La Jornada, 8 de febrero de 2004). Asimismo, el Plan de desarrollo 2006-2012 de Felipe Calderón, en su Objetivo 13, Estrategia 13.3 y 13.4 establece por ejemplo que la educación media superior deberá estar al servicio del mercado laboral y de la productividad económica, no de una formación científica, crítica y humanística: “Fortalecer la vinculación entre el sistema de educación media superior y el aparato productivo. Todas las modalidades de educación media superior deberán tener una salida efectiva al mercado laboral. Estas modalidades educativas deberán fortalecer la disposición y habilidad de los estudiantes para el empleo o el autoempleo…Impulsar una reforma curricular de la educación media superior para impulsar la competitividad y responder a las nuevas dinámicas sociales y productivas”.

Esta tendencia de educación neoliberal que reduce la formación integral del ser humano, atenta contra su dignidad y lo somete a la explotación, ya ha sido ya duramente cuestionada por gran parte de la comunidad filosófica nacional y en especial por el OFM. Su aplicación precisamente en el Nivel Medio Superior a través de la RIEMS, llevó a la SEP a desaparecer las humanidades y la filosofía en 2008 del Sistema Nacional de Bachillerato, y a pesar del gran movimiento filosófico nacional de 2009, y del compromiso de la SEP por reincorporar como materias básicas y obligatorias a la filosofía, la lógica, la ética y la estética en todo subsistema, firmando incluso un Acuerdo Secretarial y publicándolo en el Diario Oficial de la Federación, la SEP lejos de cumplir su propio decreto, se retracta en los hechos justificándose en una “no imposición hacia los subsistemas”. Yo le pregunto al Secretario de Educación Pública y al señor Felipe Calderón ¿por qué esta secretaría puede imponer la eliminación de las humanidades y la filosofía pero no su reincorporación? ¿Qué facultad tiene el Poder ejecutivo para decretar e imponer una Reforma Educativa en todos y cada uno de los niveles educativos, sin la aprobación del Congreso de la Unión como lo establece el Articulo 3o. de nuestra Carta Magna?

El interés por desaparecer las humanidades del sistema educativo y someter la educación al servicio de un sistema neoliberal y de globalización traerá como consecuencia la “deshumanización del humano”, es decir, la automatización, el sometimiento, la castración como conciencia creadora, artística y con dignidad ontológica y ética de los mexicanos.

Esta educación inducida y conducida convertirá a los ciudadanos en alguien fácilmente manipulable, productor de bienes y servicios bajo los criterios establecidos, seres alienados de su potencial humano como creadores de ideas y de mundo.

¿POR QUÉ LA FILOSOFÍA ES IMPORTANTE PARA UNA TRANSFORMACIÓN NACIONAL?

No obstante lo anterior, la filosofía es ahora más que nunca la piedra en el zapato para el sistema y los grupos de poder, ya que por su naturaleza racional y crítica, la filosofía no permite la manipulación, la imposición, la cerrazón y la unilateralidad, sino la apertura, la fundamentación, y la dialéctica; y ha sido y es, la clave para remover verdades establecidas por el poder, para transformar modelos, formas de vida y paradigmas sociales a partir de los principios de verdad, bienestar y justicia, que den un sentido más digno a nuestra vida.

La filosofía crea y recrea históricamente siempre nuevas interpretaciones de la realidad, y con ello, transforma a los individuos, a las sociedades, transforma al mundo. Todos los momentos más importantes de la historia humana fueron escritos a la luz de un pensamiento filosófico. Así, la filosofía liberó al hombre de los antiguos mitos que lo encadenaban a “verdades absolutas”; En la Edad Media, justificó racionalmente las dos grandes religiones del mundo: el cristianismo y el islamismo; enarboló desde el Renacimiento la emancipación de la razón humana que devino en las grandes creaciones artísticas, el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico que hoy tenemos; impulsó los grandes modelos sociales, económicos y políticos de la humanidad, entre ellos, el establecimiento de la república y la democracia; El pensamiento filosófico mexicano también estuvo presente en las formas de vida social, religiosa, política y económica de todas las culturas prehispánicas; los filósofos ilustrados cobraron vida en las acciones de Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez y J.M. Morelos; el positivismo de Gabino Barreda trajo consigo el desarrollo de la ciencia y el progreso; Detrás de las acciones de Madero, Zapata, Villa y Eulalio Gutiérrez estuvieron filósofos como Antonio Díaz Soto y Gama, Martín Luís Guzmán y José Vasconcelos, quien al lado de Antonio Caso y Samuel Ramos impulsaron la formación filosófica, educativa y cultural del México actual. En suma, la filosofía ha sido siempre, el espíritu de la historia humana.

Pero ahora que enfrentamos nuevos problemas mundiales y nacionales tales como la inseguridad social, laboral o política; el encubrimiento y prescripciones de las más grandes injusticias, el desmantelamiento de los derechos humanos, laborales, de salud y de una educación digna; la manipulación y enajenación social, la pérdida del sentido de la vida y de los valores, etc., nos preguntamos ¿dónde están los filósofos?

Es preocupante que “en tiempos de penuria” -como diría Heidegger- la filosofía la mantengamos -aún los mismos filósofos - al margen de nuestra realidad y de su naturaleza reflexiva, creadora y transformadora. Es momento de colocar a la filosofía en el lugar que le corresponde, y que salgamos de las aulas y los cubículos a las calles, a confrontar nuestras teorías con los problemas políticos, sociales, culturales, económicos, educativos, ecológicos, etc., y así darles su cause en la historia a la luz de la filosofía.

Aristóteles ya veía en la utilidad del pensamiento, la justificación misma de la filosofía, pues si bien es cierto que el conocimiento filosófico nace del asombro y la contemplación de la realidad natural y humana, éste encuentra su sentido en la medida que el hombre lo utiliza como una herramienta para vivir feliz, para controlar a la naturaleza, transformarla como diría Marx, o para prevenir y dominar como diría Comte.

Contrariamente a esta postura pragmática de la filosofía, en su Carta sobre el Humanismo Heidegger, deja ver que el pensar de la filosofía no está al servicio del hacer, porque el pensar es, ya en sí mismo, un hacer, el hacer que por sí mismo dignifica al pensar. Para Heidegger, el error de la metafísica tradicional fue colocar el sujeto frente al objeto para atraparlo en conceptos y definirlo, con el propósito de utilizar el conocimiento para prever, controlar, dominar, manipular, someterlo a la voluntad humana. El pensamiento y la filosofía simplemente es para Heidegger, colocarse abierto en la espera de que el ser se le devele, es una orientación de sí mismo hacia el ser y no hacia lo ente. El pensamiento se abre a sí mismo y deja en libertad al ser para que el ser se muestra en su verdad. Y estar en la espera no es estar al acecho, dejar en libertad no es someter o manipular. No obstante, aunque el pensamiento es conducido hacia el ser y no hacia el hacer con el ente, en la misma Carta sobre el Humanismo Heidegger deja entrever una ética, es decir, un hacer conducido desde el ser y no desde lo ente, un hacer orientado hacia lo abierto y no hacia lo ya dado o manipulado. El pensamiento es, en conclusión, para Heidegger, la conducción más fiel (e infiel) hacia la verdad del ser, y no descarta la posibilidad de que sea una orientación para un “hacer” en esa dirección, lo que él mismo llamaría una ética fundamental u originaria.

Sócrates también ve la utilidad del pensamiento no sólo para descubrir la esencia de las virtudes humanas, sino también para lograr en el ser humano un ser virtuoso; PENSAR-SER-HACER, son la figura tripartita de la filosofía socrática. La vida misma de Sócrates se ha convertido en un vivo ejemplo de esa congruencia tripartita. Es Sócrates quien destaca que la función, incluso pedagógica de la filosofía, no se queda en la especulación pura, o en el simple orientar para, sino en el hacer vivos los pensamientos en la propia existencia y la práctica humana. Por lo anterior, ni en el pragmatismo aristotélico, ni el utilitarismo socrático, ni en la metafísica Heideggeriana, cierran la posibilidad de que la conducción del hacer sea dado por el propio pensar, por el filosofar, sino es todo lo contario.

El problema que planteo, es que principalmente en la actualidad el filósofo no siempre es congruente con su actuar, es decir, no siempre hace lo que piensa -como Sócrates-, y toma la iniciativa siendo el ejemplo vivo y fáctico de su propio filosofar.

Los filósofos en México, nos hemos dedicado a escribir y enseñar en las aulas, pero no actuar en consecuencia y ser el ejemplo más fiel de nuestra propia filosofía. Difundir y actuar conforme a nuestro propio pensamiento, tanto en la esfera pública y en la esfera privada, nunca será una manipulación ni una actitud antifilosófica, sino por el contrario, será un acto de amor y de valentía en el que en congruencia consigo mismo uno mismo se dona a los demás y se somete al análisis y a la crítica, y finalmente se enriquece con otras posturas y otras formas de ver el mundo distintas. Y aunque quizá nuestro pensamiento lo tratemos de aplicar solo en nuestra propia vida, un filósofo no escribe o enseña solo para sí mismo, sino para los demás, para contribuir en la construcción de una sociedad.

Tomar la iniciativa de introducir a la realidad nuestro propio pensamiento, es contribuir de manera más eficaz a los cambios y transformaciones de vida, máxime si esta transformación es apremiante como en nuestro país. En este sentido, no coincido con el Dr. Mauricio Beuchot cuando hace alusión al Dr. A. Sánchez Vázquez diciendo “la filosofía no le toca dar recetas ni resolver problemas sociales concretos. Eso le toca al sociólogo, al politólogo, al economicista, etc. La filosofía sólo orienta, ilumina el camino” (Vargas, Gabriel y otros, La filosofía mexicana ¿incide en la sociedad actual?, Ed. Torres Asociados). Esto sería lo deseable, pero en nuestra sociedad mexicana, en donde la vida concreta de sus ciudadanos se diluye en los intereses de las trasnacionales y los grupos del poder, no podemos quedarnos expectantes, quedarnos en el análisis o hacer recomendaciones pero sin empezar a generar los cambios -si se puede- por sí mismo.

Por ello, considero que el pensamiento filosófico mexicano, que por su misma esencia es crítico, plural, transformador, no puede quedarse en sus escritos, que cuando bien nos va, sólo algunos los leen, sino que en estos momentos de crisis en todos los ámbitos de la vida como el que estamos padeciendo, debemos centrarlo en una transformación social radical de nuestro país, y no solamente educativa y cultural. Y cómo -tengamos por seguro- que nadie o quizá sólo algunos pocos estarían dispuestos a aplicar nuestras ideas en la realidad, es momento que los filósofos tomemos la iniciativa de darles vida y de iniciar una transformación radical del país, sometiendo a debate los múltiples problemas que aquejan al país, de perder el miedo frente al poder e ir en busca de estrategias prudentes para enfrentarlo. Pues la misma historia nos ha enseñado que la imposición y la manipulación tiemblan cuando se enfrentan a la razón.

PROPUESTAS FINALES:

¿Como podemos contribuir los filósofos en la transformación social de nuestro país?

MEDIANTE LA REALIZACIÓN DE UN MOVIMIENTO FILOSÓFICO NACIONAL:

1. En el ámbito de las Instituciones educativas.

a).- Impulsando una formación filosófica de calidad no sólo en la Educación Media Superior y Superior, sino también llevándola al Nivel Básico, (pre-escolar y primaria) y Medio Básico (Secundaria), tal como lo establece la UNESCO en su libro titulado: Filosofía: una escuela para la libertad.

b).- Incidiendo en los planes y programas de estudio de todas las carreras profesionales, en cualquiera de las instituciones universitarias y tecnológicas del país, en donde además de impartir materias filosóficas afines a las diferentes carreras, se cursen ética y lógica como materias universales, básicas y obligatorias.

c).- Intensificando una mayor investigación filosófica, promoviendo la creación de Institutos de Investigaciones Filosóficas para cada uno de los niveles educativos y en cada una de las áreas de la filosofía; asimismo, intensificando la investigación filosófica que sea útil y que brinde cobertura en todas y cada una de las carreras profesionales.

2. Difundiendo la filosofía en los diferentes ámbitos de la vida social y pública.

Si bien es cierto que la investigación y difusión de la filosofía dura y erudita de las elites intelectuales es indispensable para el desarrollo humanístico de una sociedad, igual o quizá más importante lo son las publicaciones para las grandes masas, finalmente el trabajo de un filósofo comienza a dar frutos cuando cobra vida en la práctica cotidiana de una sociedad. Y en esto si coincido con el Dr. Beuchot cuando dice: “Me parece que el mejor divulgador, es el que mejor conoce su disciplina. De otra manera, se abaratará la mercancía, y será de mala calidad, mientras que el buen conocedor, es el que mejor puede divulgarla, sin abaratarla. Es el que puede dar de manera sencilla pero sin perder la riqueza ni el rigor, las teorías filosóficas. Es el que más ha estudiado y las maneja con mayor soltura” (Pag. 66, Mauricio Beuchot, La función de la filosofía en México, en La filosofía mexicana ¿incide en la sociedad actual?, Torres Asociados). Por ello:

a).- Debemos salir de las aulas y los cubículos a las calles: en la presentación de obras literarias y teatrales, en las distintas manifestaciones artísticas, conferencias, realizadas en plazas públicas, parques y principalmente ir a las zonas rurales, mas apartadas y marginadas del país.

b).- Intensificar la difusión de reflexiones filosóficas sobre los diferentes problemas de interés social y diferentes ámbitos de la realidad a través de publicaciones de libros, pero a su vez, ganando espacios en los medios de comunicación social: artículos de revistas, periódicos, folletos, radio, televisión e internet; escritos en un lenguaje coloquial y ameno para ser entendibles por toda persona de cualquier nivel sociocultural.

3.- Insertándose en los espacios de la vida pública y de interés nacional. .

Crear las estrategias adecuadas y eficaces para insertar la reflexión filosófica en las discusiones, propuestas y decisiones de interés público nacional, tales como la política y el Estado, la política económica, los bienes y servicios de la nación, los recursos naturales y la infraestructura, la atención a los problemas sociales y de salud pública, de educación, de democratización del país y de los medios de comunicación, el estado de derecho, el rescate de la soberanía del país, el establecimiento de un Estado de bienestar, los avances científicos y tecnológicos, los derechos humanos, la atención a nuestros pueblos indígenas, la conformación de una nueva cultura con base en nuestras raíces históricas, etc.

Insertarse en la vida pública significa, en este sentido, tomar las riendas del país, para que desde un análisis diverso y profundo, podamos realizar las transformaciones que el país requiere de acuerdo a sus propias problemáticas, necesidades, intereses y contextos.

4.- REALIZANDO UN MOVIMIENTO DE UNIDAD NACIONAL.

Finalmente, propongo que la comunidad filosófica nacional convoque con carácter de urgente a todos los intelectuales de las diferentes áreas del conocimiento en México, a las principales instituciones educativas, a las Asociaciones, Sociedades, Confederaciones, Sindicatos de todos los rincones del país, a la realización un Congreso Nacional para el rescate de la Soberanía y el establecimiento de un Estado de Bienestar, en donde se analicen y discutan todos los problemas, necesidades e intereses nacionales, a partir del cuál se perfile la nueva nación que queremos, y se busquen las estrategias más adecuadas y eficaces para ponerla en marcha.

La sociedad mexicana no puede soportar tanto tiempo el peso de la pobreza, de la corrupción y de un poder asfixiante. La amenaza de un nuevo estallido social es inminente, los filósofos no podemos -en estos momentos- cerrar nuestros ojos a la realidad en que vivimos, no podemos solo quedarnos sentados en nuestros cubículos y nuestras aulas discutiendo a Aristóteles, Kant o Hegel, mientras, el país se desmorona en las calles. Ahora más que nunca, el país requiere que nuestras reflexiones bajen no solo a las vivencias de nuestros estudiantes, sino también con urgencia exige una incidencia real y efectiva en los diferentes sectores de la sociedad, y con ello hacer una transformación social a la luz de la filosofía.

México, DF., 18 de noviembre de 2010

AUSENCIO PÉREZ OLVERA*

* Docente Tutor Investigador del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal, Académico del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, Presidente Fundador de IXTLI-Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Educación Media Superior, A.C., y Miembro Fundador del Observatorio Filosófico de México.

SOBRE LAS CONSTANCIAS

Hola a todos.

Antes que nada, les mandamos un fuerte y cordial abrazo. El motivo de este mail es para agradecerles su paciencia por la cuestión de las constancias (que como saben, al ser firmadas por los directores de la mayoría de las escuelas de Educación Media Superior, no pudimos hacer más ágil el papeleo y entrega de documentos). Les pedimos que se pongan en contacto con el Presidente de IXTLI (Ausencio Pérez, apebuho74@yahoo.com.mx) para recoger las constancias, o que bien, nos acompañaran a la próxima reunión de IXTLI, misma que se llevará a cabo el día sábado 4 de diciembre de 2010, a la 10:00 am., en el Local Sindical de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (SUTIEMS), cito, Av. Chapultepec #151, Departamento 202, esquina con Versalles, Col. Juárez, Deleg. Cuauhtémoc, México, DF., C.P. 06600, Telefono: 57-05-50-57, Cerca del Metro Cuauhtémoc.

Nuevamente reiteramos su paciencia y agradecemos su apoyo.

IXTLI AMPFEMS AC

domingo, 7 de noviembre de 2010

HOMENAJE AL DR. SÁNCHEZ VÁZQUEZ Y DR. XIRAU

IXTLI-ASOCIACIÓN MÉXICANA DE PROFESORES DE FILOSOFÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR, A.C.
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL. COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES.

Invitan al
HOMENAJE y
ENTREGA DE RECONOCIMIENTO AL MÉRITO:
“FORMACIÓN FILOSÓFICA PARA LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR”

a los Doctores

ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ
y
RAMÓN XIRAU SUBÍAS

“Por sus grandes contribuciones para la enseñanza de la filosofía en la Educación Media Superior en México, por muchas generaciones”.

Jueves 18 de noviembre de 2010, 15:00 horas
Sala José Vasconcelos del CCH Vallejo.

PROGRAMA:
15:00 HORAS: INAUGURACIÓN: Por el Dr. Roberto Ávila Antuna, Director del CCH Vallejo.
15:15 HORAS: HOMENAJE A LOS DOCTORES ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ Y RAMÓN XIRAU SUBÍAS.
1.- “Semblanza del Dr. Adolfo Sáchez Vázquez”.
2.- “El pensamiento filosófico de Adolfo Sánchez Vázquez”.
3.- “Semblanza del Dr. Ramón Xirau Subías.
4.- “El pensamiento filosófico de Ramón Xirau Subías”.
5.- “La importancia del pensamiento de Adolfo Sánchez Vázquez y Ramón Xirau Subías para la enseñanza de la filosofía en la educación media superior”, por filósofos representantes de las principales instituciones de Nivel Medio Superior.

17:30 HORAS: DEVELACIÓN Y ENTREGA DEL RECONOCIMIENTO AL MÉRITO: “FORMACIÓN FILOSÓFICA PARA LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR”
a los Doctores
Adolfo Sánchez Vázquez y Ramón Xirau Subías
por la Lic. Lucía Laura Muñoz Corona, Directora General del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM y por el Lic. Ausencio Pérez Olvera, Presidente de IXTLI-Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Educación Media Superior, A.C.

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO.
CLAUSURA.

martes, 15 de junio de 2010

AVISO URGENTE SOBRE CONSTANCIAS

ESTIMADOS COMPAÑEROS DE IXTLI Y DE LA COMUNIDAD FILOSOFICA PARTICIPANTE EN EL SEGUNDO COLOQUIO INTERINSTITUCIONAL SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN EL NMS:

Quiero informarles que las constancias del Coloquio de Filosofía de Febrero pasado "no quieren salir". Desde el inicio hemos tenido problemas tanto para su impresión como para la firma:

1.- Al inicio el IEMS se comprometió a imprimirnos todas las constancias y solo nos imprimió la mitad, la otra mitad se la solicitamos al CCH.
2.- Una vez impresas con el nombre del Mtro Rito Terán, éste deja el cargo a la Lic. Lucía Laura Muñoz Corona como Directora General del CCH. Afortunadamente contamos con el apoyo de la nueva Directora para que firmara el anterior. Esto llevó mucho tiempo.
3.- Asimismo, recientemente deja el cargo el Director del CECyT 5 del IPN, quien también firmaría las constancias.
4.- Finalmente, se detecta que el nombre del Srio General del Colegio de Bachilleres tal cual se menciona en las constancias es incorrecto, por lo que se niegan -con justicia- a firmarlos hasta que se corrijan.

Por todo lo anterior, les comunico que SE TIENEN QUE VOLVER A IMPRIMIR Y LLEVAR NUEVAMENTE A FIRMAS, con todo lo que ello implique.

Por ello, a nombre de IXTLI-AMPFEMS, A.C., les ofrezco mis más sinceras disculpas y les pido su comprensión y su apoyo para que a la mayor brevedad posible se les pueda entregar.

Agradezco su gentileza.

ATENTAMENTE
AUSENCIO PÉREZ OLVERA
PRESIDENTE DE IXTLI-AMPFEMS, A.C.

sábado, 6 de marzo de 2010

Propuesta de asignaturas filosóficas en el CCH, en relación a las competencias filosóficas del SNB

Propuesta de asignaturas filosóficas en el CCH, en relación a las competencias filosóficas del Sistema Nacional de Bachillerato

Virginia Sanchez Rivera (CCH Vallejo, UNAM)

virsanchezunam@hotmail.com

Resumen

En este escrito hago una breve reflexión sobre algunas implicaciones para el subsistema del bachillerato universitario de la UNAM, el caso del Colegio de Ciencias y Humanidades, de las Competencias propuestas por el Observatorio Filosófico de México a través del Consejo Consultivo Mexicano de la Filosofía .

Presento una propuesta.

Breve reflexión sobre algunas implicaciones

Introducción

Septiembre de 2009 marca un momento de cambio posible para la enseñanza y el aprendizaje de las materias filosóficas en el nivel medio superior. La comunidad filosófica a través del Observatorio Filosófico de México ha logrado en un hecho histórico relevante proponer las competencias para la formación filosófica que yo considero orientaciones para el logro de la formación filosófico de los estudiantes en este nivel educativo. [1]

Esta propuesta ha sido retomada en las instancias correspondientes como una contribución para la mejora de la enseñanza de las disciplinas filosóficas, y hoy es parte de la reglamentación que se atenderá a nivel nacional.

Nos toca en las diferentes instituciones y específicamente a las comunidades de profesionales de la educación filosófica de las diversas escuelas del subsistema consensuar, junto con las autoridades educativas, para concretar esas orientaciones en los modelos educativos, planes de estudio, planes y programas de estudio y lo más importante en los salones de clases.

Asumiendo de antemano la autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México es preciso considerar ese hecho que forma parte del contexto nacional. Considero insoslayable reflexionar, problematizar y valorar las competencias filosóficas recién aprobadas a la luz de sus contribuciones para el fortalecimiento de la formación filosófica de los estudiantes en el bachillerato.

También es un periodo en el que se efectúan cambios en los planes de estudio en diferentes instituciones del subsistema. Tal es el caso de la Escuela Nacional del Colegio de Ciencias y Humanidades. El Director General del CCH ha presentado la iniciativa institucional para la revisión del plan y programas de estudio vigente. [2]

El contexto de mi reflexión considera estas situaciones.

Me pregunto, ¿Cuáles son los alcances y límites del programa de estudios vigente de la asignatura de filosofía en el Colegio de Ciencias y Humanidades en este contexto?

Haré mi reflexión sobre el programa de Filosofía porque es la asignatura obligatoria para todos los estudiantes del bachillerato del CCH. Dejaré para otra ocasión el de la asignatura optativa de Temas Selectos de Filosofía.

Hablo desde la experiencia de quienes hemos atendido desde la primera hasta la actual generación, de quienes hemos aprendido la importancia del trabajo colegiado para la planeación, la instrumentación, la realización, la evaluación y la reflexión de la docencia, de quienes hemos elaborado rupturas y colaborado en la construcción de modelos de enseñanza y aprendizaje de la filosofía, de quienes hemos producidos materiales curriculares para propiciar el aprendizaje de los contenidos filosóficos a través de una búsqueda incesante de estrategias, métodos, procedimientos y técnicas provenientes de la tradición filosófica y de la educativa.

Mi intencionalidad en este escrito es contribuir a la reflexión colegiada que haga propuestas pertinentes y logre los cambios para una docencia significativa de la filosofía, así como un aprendizaje que contribuya a la formación filosófica de los estudiantes en este nivel educativo. Y logremos una educación humanística en la que se asuma cotidianamente la importancia de incidir en la formación de un pensamiento crítico en los estudiantes para que su estar con los demás trascienda el uso y se convierta en un estar con los otros.

Desarrollo: Análisis del programa de estudios de Filosofía I y II del CCH (2004)

1. Antecedentes

La revisión inmediata anterior culminó con la aprobación por parte del Consejo Técnico Del Colegio de Ciencias y Humanidades del Plan y Programas de Estudio Revisados y Ajustados en 2004.

La revista Eutopía publico el número 8 de octubre – diciembre de 2005 el resultado de un análisis diagnóstico realizado por la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Programas del CCH. El estudio exploratorio sobre los programas arrojó datos que son asumidos en este escrito.

Ambos tipos de antecedentes son considerados en esta reflexión.

2. Plataforma institucional. Contexto curricular del programa

Examino el programa de Filosofía del CCH a través de 5 tesis.

Tesis 1. El programa de la asignatura de filosofía del plan de estudios vigente es congruente con el Proyecto Educativo del CCH.

Mi análisis considera el perfil de egreso del estudiante sancionado en los documentos oficiales [3] así como el del programa de Filosofía [4].

Los estudiantes se apropiarán de una autonomía congruente a su edad porque obtendrán una formación con valores y actitudes éticas, sensibilidad e intereses en el arte, las ciencias y las humanidades. Personas capaces de tomar decisiones razonables, de liderazgo con responsabilidad y honradez, de incorporarse al trabajo con creatividad para que sean al mismo tiempo ciudadanos habituados al respeto, diálogo y solidaridad en la solución de problemas sociales y ambientales.

El Proyecto Educativo establece un perfil de egreso con las siguientes características:

1. Sujetos, actores de su propia formación, de la cultura de su medio, capaces de obtener, jerarquizar y validar información, utilizando instrumentos clásicos y tecnológicos para resolver con ello problemas nuevos.

2. Sujetos poseedores de conocimientos sistemáticos en las principales áreas del saber, de una conciencia creciente de cómo aprender, de relaciones interdisciplinarias en el abordaje de sus estudios, de una capacitación general para aplicar sus conocimientos, formas de pensar y de proceder, en la solución de problemas prácticos.

3. Con todo ello, tendrán las bases para cursar con éxito sus estudios superiores y ejercer una actitud permanente de formación autónoma.

El Programa de Filosofía presenta el siguiente perfil de egreso que se complementa con el objetivo general:

El propósito central del programa de filosofía es que, al concluir el curso los estudiantes puedan asumir actitudes de carácter crítico, reflexivo, analítico y racional, frente a la vida, para posibilitar que mantengan firmes sus convicciones, su autonomía, mejoren su lenguaje y sus relaciones con los demás hombres y mujeres que conforman su entorno social.

El objetivo general de filosofía consiste en promover la autonomía intelectual y moral de los estudiantes a través de la aplicación de las metodologías y técnicas provenientes de la tradición filosófica para que continúen desarrollándose como personas humanas competentes para pensar y actuar sobre contenidos significativos que les posibiliten una formación para la vida.

Tanto el perfil de egreso como el objetivo general del programa de Filosofía especifican lo que en el ámbito del saber filosófico se requiere lograr en la asignatura de la filosofía acorde con las intenciones del Proyecto Educativo del CCH.

Tesis 2. El programa de filosofía es compatible con la misión y filosofía del Modelo Educativo porque sus conceptos de aprendizaje y docente responden a los principios del saber ser, aprender a aprender, saber hacer para la convivencia pacífica y democrática.

El concepto de aprendizaje cobra mayor importancia que el de enseñanza en el proceso de la educación, por ello, la metodología aplicada persigue que aprenda a aprender, que la actividad receptiva y creadora no se malgaste y que adquiera capacidad auto informativa.

Para lograr el conocimiento auténtico y la formación de actitudes, el CCH trabaja con una metodología en la que participa el escolar activamente en el proceso educativo bajo la guía del profesor, quien intercambia experiencias con sus colegas en diferentes espacios académicos en su beneficio. [5]

Este marco conceptual general también se corresponde con las ideas plasmadas en el Programa de Filosofía:

El perfil del alumno(a) de filosofía exige un compromiso con las actividades propias de su enseñanza y aprendizaje; es decir, aceptar que el rigor, la disciplina, la responsabilidad, la toma de decisiones, la sensibilidad, la racionalidad, la imaginación constituyen maneras de ser de la actividad filosófica. Por eso, este perfil exige un proceso de construcción y

reconstrucción que los docentes aspiran a estimular cotidianamente.[6]

Así que la idea del aprendizaje es central en el Modelo Educativo y en el programa de la disciplina de Filosofía.

El aprendizaje flexible como categoría educativa propia del pensamiento sobre lo educativo actual es compatible con la idea de cultura básica, e implica el desarrollo de habilidades intelectuales que permite a los alumnos integrar saberes, habilidades y formas de conducirse.

Finalmente, este enfoque didáctico-disciplinario de la materia concibe el aprendizaje como cambio duradero, transferible a nuevas situaciones, como un proceso mediante el cual el alumno construye su conocimiento, lo entiende y lo pone en relación con su vida.

Los aprendizajes en filosofía implican la elaboración del vínculo con la propia vida de los estudiantes, lo que considera que el profesor propicia experiencias de aprendizaje que integren los conocimientos previamente adquiridos por los alumnos a los nuevos conocimientos para lograr hacer las analogías pertinentes en situaciones que se le presenten en su vida individual y social.

Tesis 3. El programa de filosofía se ubica pertinentemente en el Plan de Estudios el CCH porque responde a la modalidad de Cultura básica y propedéutica con opciones de bachillerato terminal con formación para el trabajo a través de las Opciones técnicas.

La asignatura de filosofía se ubica en el área del conocimiento histórico social integrada por un conjunto de asignaturas humanísticas y sociales y es obligatoria para los estudiantes de quinto y sexto semestre; es considerada con un carácter formativo y humanista.

Tesis 4. La presentación de las unidades de aprendizaje están sobre simplificadas.

No obstante lo anteriormente expuesto en las tesis 1 a 3, y considerando la siguiente afirmación plasmada en el Programa de la asignatura,

El programa de filosofía es un recurso didáctico que presenta la perspectiva teórica, metodológica y práctica desde la cual se planea la actividad educativa de la filosofía y un marco conceptual que permite realizar, analizar, problematizar y evaluar la docencia de la filosofía.

los propósitos, las unidades y los aprendizajes al haber sido expuestos en dos apartados, uno para cada semestre de manera sintética y abstracta hacen una sobre simplificación para una gran cantidad de profesores de reciente ingreso y para otros profesores se da la oportunidad de abordar cualquier contenido sin considerar la plataforma institucional, ni la actividad colegiada para la docencia de la filosofía.

Tal como está escrito presenta una gran dificultad de lectura pertinente con el marco institucional y con las necesidades de la práctica educativa filosófica cotidiana.

Los alcances de este programa son relevantes para la formación filosófica de los estudiantes, sin embargo tiene la gran limitante de la abstracción y simplificación que lo hacen factible de interpretaciones inadecuadas para el logro del perfil de egreso, tanto de la materia como del bachillerato universitario.

Unidades del programa de Filosofía del CCH

Tesis 5. La formación filosófica en el CCH es valiosa pero insuficiente.

En el contexto actual, tanto nacional como internacional cobra una gran relevancia la formación filosófica de los estudiantes del bachillerato [7].

Frente a instituciones que tienen cuatro y hasta seis semestres de asignaturas filosóficas, el CCH tiene una asignatura obligatoria por lo que me parece problemático cumplir con los requerimientos que la sociedad le plantea de una formación humanista y ciudadana, de pensamiento crítico y creativo.

Cito solamente las competencias referidas a Lógica:

COMPETENCIAS DISCIPLINARES:

* Identifica los supuestos de los argumentos con los que se le trata de convencer y analiza la confiabilidad de las fuentes de una manera crítica y justificada.

* Escucha y discierne los juicios de los otros de una manera respetuosa.

* Defiende con razones coherentes sus juicios sobre aspectos de su entorno.

* Construye, evalúa y mejora distintos tipos de argumentos, sobre su vida cotidiana, de acuerdo con los principios lógicos.

* Evalúa la solidez de la evidencia para llegar a una conclusión argumentativa a través del diálogo.

* Examina y argumenta de manera crítica y reflexiva, diversos problemas filosóficos relacionados con la actuación humana, potenciando su dignidad, libertad y autodirección.

* Analiza y resuelve de manera reflexiva problemas éticos relacionados con el ejercicio de su autonomía, libertad y responsabilidad en su vida cotidiana.

* Sustenta juicios a través de valores éticos en los distintos ámbitos de la vida.

Propuesta: Propuesta De Fortalecimiento De La Formación Filosófica De Los Estudiantes Del Bachillerato Del CCH-UNAM

Fortalecer la formación filosófica de los estudiantes del subsistema de bachillerato universitario del Colegio de Ciencias y Humanidades con al menos un semestre más de una asignatura de Lógica y Pensamiento Crítico.[8]

Lógica y Pensamiento Crítico

Propuesta Temática

1 Lenguaje y argumentación

1.1 Funciones del Lenguaje:

1.1.1 argumentativa

1.1.2 informativa

1.1.3 expresiva

1.1.4 directiva

1.2 Géneros académicos

1.2.1. Informe de lectura

1.2.2. Reseña académica

1.2.3. Comentario de textos

1.2.4. Trabajo de investigación

1.2.5. Narración

1.2.6. Ensayo o disertación filosófica

2. Argumento y argumentación

2. 1 Principios Lógicos Supremos

2.2 Tipos de argumento

2.2.1 Deductivo

* Caracterización

* Ejercicios

2.2.2 No deductivo

* Caracterización

* Ejercicios

2.3 La argumentación

* Caracterización

* Ejercicios

3. Falacias

3.1 Noción de Falacia

3.2 Tipos de Falacias

* Caracterización

* Ejercicios

3.3 Cómo evitar las falacias

4. La argumentación filosófica

4.1.1 Análisis y evaluación formal de textos argumentativos

4.1.1 Análisis y evaluación informal de textos argumentativos

Ejercicios

4.2 Construcción de textos argumentativos

4.2.1 Métodos para construir breves textos argumentativos

* Disertación filosófica o ensayo filosófico

* Ejercicios

5. Lógica y Pensamiento Crítico

5.1 Lógica como teoría de la inferencia

5.2 Pensamiento Crítico o Lógica Informal

Conclusiones

Dado el Plan de Estudios el programa ha sido un valioso instrumento para la planeación de la docencia. Útil para los profesores que han leído e interpretado pertinentemente el programa.

Sin embargo, ha resultado abstracto y sobre simplificado para algunos profesores.

Insuficiente hoy en el contexto de los cambios y retos de una formación filosófica para los jóvenes en la enseñanza media superior en el marco del Sistema Nacional de Bachillerato y de las recomendaciones provenientes del contexto internacional.

Por lo que hacemos una propuesta para fortalecer la formación filosófica de los estudiantes en el bachillerato del CCH.



[2] Gaceta CCH, 7 de septiembre de 2009, año XXXV, Nueva época, número 1,208, pp. 2-3.

[3] Portal del CCH: http://www.cch.unam.mx/

[4] Programa de Estudio de Filosofía I y II, publicado en 2004.

[5] Portal del CCH: http://www.cch.unam.mx/

[6] Programa de Estudio de Filosofía I y II, publicado en 2004.

[7] Ver además de la pag. del OFM, las “Recomendaciones en el ámbito de la Enseñanza de la Filosofía en América Latina y El Caribe”, documento de la Declaración de Santo Domingo sobre la enseñanza de la filosofía celebrada el 8 y 9 de junio de 2009 en Santo Domingo, República Dominicana.

[8] Ver, HURTADO, Guillermo, “Hacia una filosofía para la democracia en América Latina”, en VARGAS, Gabriel, et al. La filosofía mexicana ¿incide en la sociedad actual?, México: Torres Asociados, 2008, pp. 73- 102.

Ver también, entre otros, GAYTÁN Cabrera, David, Estructuras básicas de razonamiento, México, Universidad de la Ciudad de México, 2004.

PIZARRO, Fina. Aprender a razonar, México, Alhambra, Tercera Edición,1997.

martes, 23 de febrero de 2010

Filosofía y RIEMS

Filosofía y RIEMS

Por Carlos Vargas

caralvap@yahoo.com.mx

A finales del año 2008, la Secretaría de Educación Pública (SEP) llevó a cabo la publicación de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), motivada por la evidente deficiencia en este nivel educativo. Dicha reforma se llevó a cabo bajo la justificación de que las asignaturas y/ o el método con el que se imparten, dejan de lado los múltiples problemas que enfrentan los jóvenes en edad de cursar la EMS y por los cuales no pueden concluir sus estudios o lo hacen mediocremente. Esto último planteó la necesidad de reorganizar la enseñanza del bachillerato, con el fin de que los estudiantes, según afirman las autoridades, “tengan las herramientas necesarias para enfrentar el futuro” merced a una “educación de calidad”.

La EMS no es homogénea en México. Ello se debe a que hay diferentes instancias que proveen el bachillerato con objetivos, asignaturas y métodos distintos. Como su nombre lo indica, la RIEMS intenta re-unir e integrar la diversidad educativa del bachillerato. Desde esta perspectiva, los impulsores de dicha reforma convinieron en asumir ciertas competencias genéricas que brinden sentido a los diferentes programas y asignaturas que se imparten en la EMS. En otros términos, la reforma intenta dar un horizonte que permita comprender al educando para qué está aprendiendo álgebra o geografía o biología, por ejemplo[1]. Lo que llama la atención, por supuesto, es la noción de “competencia”. Este término parece asumir que la educación debe tener como objetivo último, que los estudiantes posean habilidades, esencialmente técnicas y eficaces, que les permita ser, literalmente, “hombres de provecho” que consigan un oficio que devenga beneficio.

Reformar la educación en general y la media superior en particular, no es algo negativo en sí mismo. Pero no todas las maneras de reformar pueden ser aceptables ni tolerables. Llama la atención, sin embargo, que el diseño con el cual se fue construyendo la RIEMS, coincidía con algunos aspectos generales que entraña la filosofía. Las llamadas competencias genéricas, por ejemplo, pretenden logar que todos los estudiantes que cursen el bachillerato desarrollen cualidades críticas y reflexivas, sensitivas y de apreciación artística (que bien podrían llamarse “estéticas”), además de lógicas y argumentativas[2]. Esto último llama la atención porque la reforma –en estos puntos– se asemeja sobremanera a varias habilidades que la filosofía desarrolla.

En relación con esto, pueden tomarse dos análisis que hacen hincapié en la semejanza de objetivos que persiguen la RIEMS y la filosofía. El primero de ellos es del Dr. Raymundo Morado en su texto titulado “La Enseñanza de la Filosofía en el Reforma de la EMS”, donde hace un análisis detallado, preciso y claro, de lo semejante que es la reforma de la EMS y el quehacer filosófico. El segundo análisis es del Dr. Ernesto Priani, quien invita a repensar la labor de educador-filósofo en nuestros días, poniendo atención en que, quizá, se está defendiendo una enseñanza filosófica estéril que puede ser la causa de su omisión en la reforma.[3] Ambos filósofos concuerdan en dos puntos principales: en primer lugar, nunca se hace mención explícita en la RIEMS de la eliminación de la filosofía, es decir, no existe una prohibición declarada de impartirla. De hecho, la reforma no advierte específicamente qué asignaturas deben perfilarse en las llamadas competencias disciplinares y competencias genéricas. Las materias que se mencionan no se consideran como las asignaturas a impartir sino como –por decirlo de algún modo– los “conjuntos de conocimiento” que deben atenderse con prioridad, pero no se imponen con exclusividad (al menos no explícitamente). No obstante lo anterior, el hecho de que se mencionen ciertas materias o “conjuntos de conocimiento”, revela claramente una tendencia según la cual, se cree que la educación depende de esos conocimientos para hacer que el educando sea competente para enfrentarse la vida. Por ello, debe señalarse constantemente que, a pesar de lo tendencioso que parece el plan de la RIEMS, las asignaturas o áreas de conocimiento que propone no son las únicas que forman a los jóvenes. Ahora bien, la omisión no es una prohibición sino un descuido. Lo que se descuida al omitir las asignaturas de estirpe filosófica no es sólo el colocarlas en el plan de estudio, sino la posibilidad misma de que la reforma sea auténticamente eso: un re-formar a los jóvenes; un volver a darles una orientación que les permita vivir dignamente. Y justamente este descuido, así como el hecho de no hacer explícita la filosofía (e incluso a las “humanidades”), fue esencialmente lo que motivó una de las críticas centrales del Observatorio Filosófico.

El segundo punto en el que coinciden Morado y Priani es en que se debe reflexionar la manera en la que los filósofos transmiten la filosofía. Afirma Morado:

[…] debemos comunicar a nuestros alumnos ciertos valores. Tienen que haber ciertas cosas que nos importen, que nos muevan, debemos tener ciertas actitudes, ciertas disposiciones. Los alumnos tienen que salir de un curso de filosofía con una visión de para qué usar la filosofía y hacia qué metas nos puede acercar[4].

Y, por su parte, Priani indica que:

Hay mucho que pensar, mucho que discutir. En cualquier caso, hay que discutir un cambio en algo que me parece es central para el futuro, como la educación. En realidad yo soy un convencido de que la filosofía no puede seguir siendo enseñada como hasta ahora en el bachillerato -e incluso en la universidad- centrada sólo en sus cuerpos doctrinales. La filosofía es enormemente útil, pero no como cultura librezca, sino como práctica reflexiva, como disciplina del pensamiento, como crítica, para la gran mayoría de las personas. De hecho, lo que lleva al amor a la filosofía no es conocer su historia como doctrina, sino el dejarse llevar por el modo en que descubre, la forma en que clarifica... y luego uno quiere saber más.[5]

Como puede apreciarse, ambos filósofos comparten la intuición de que la filosofía posee un ámbito práctico que trasciende el contenido de ciertos enfoques de la “ciencia primera”. Ésta debe tener injerencia en la vida de los alumnos, debe perturbar su cotidianidad y transformarlos radicalmente. Habría que detenerse a mirar si eso pasa ya con las materias de Lógica, Ética, Doctrinas filosóficas o Filosofía, que aún se imparten en el bachillerato. La duda no es menor porque la sociedad mexicana parece no tener idea de lo que la filosofía ofrece, a pesar de que un gran número de mexicanos han pasado por las aulas del bachillerato y, por tanto, han cursado dichas materias. Si la filosofía es tan útil y digna, ¿por qué entonces los mexicanos que han tomado esas materias las han olvidado? El hecho –y esto es lo más grave– es que tales asignaturas son estériles en el espíritu de muchos mexicanos. Acaso no baste que la filosofía sólo esté en el bachillerato, sino que requiere más tiempo para florecer en el espíritu de los jóvenes. Este punto, poco tratado hasta ahora en la discusión sobre la reforma, invita a pensar que la filosofía, tal y como sugieren los dos filósofos citados, debe ser más radical e introducirse con mayor empuje en la formación de los mexicanos. La poca relevancia que se le da a la filosofía quizá se deba al tiempo que se le asigna en la educación nacional. La “ciencia primera”, siendo tan fundamental, debería abarcar la totalidad de la educación y no sólo poseer un carácter “transversal”, como lo mencionaron las autoridades en su momento.

Ahora bien, no debe olvidarse (especialmente las autoridades) que uno de los objetivos que persigue la RIEMS es que el alumno del bachillerato no sólo obtenga un certificado, sino que el conocimiento de su EMS sea útil para su vida entera. Dice el Acuerdo 444:

Que entre las competencias a que se refiere el presente Acuerdo se concluyó que las competencias genéricas son las que todos los bachilleres deben estar en capacidad de desempeñar; las que les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas, y para desarrollar relaciones armónicas con quienes les rodean, así como participar eficazmente en los ámbitos social, profesional y político. Dada su importancia, dichas competencias se identifican también como competencias clave y constituyen el perfil del egresado del Sistema Nacional de Bachillerato;[6]

En estas líneas se pueden ver puntos de contacto entre la filosofía y la RIEMS. ¿No acaso la filosofía permite comprender el mundo y seguir aprendiendo autónomamente? Quizá la RIEMS, lejos de eliminar la filosofía, requiera de ésta para que la EMS cumpla con los objetivos que se propone. Los filósofos podrían encauzar, entonces, una reforma educativa que tenga como principio la formación de jóvenes críticos y autorreflexivos. El problema, sin embargo, no declarado pero implícito en la RIEMS, no es la formación de los estudiantes sino la finalidad que promueve dicho ánimo. La filosofía busca que el hombre, efectivamente, sea competente para la vida, en el sentido de ser virtuoso. El objetivo de la RIEMS, por otro lado, es que el individuo sea eficaz en su desempeño productivo, a lo largo de su vida. Acaso éste sea el punto de imposible reconciliación entre la “ciencia primera” y la RIEMS.

Es por todos conocido que la omisión, clara y distinta de la filosofía en el plan de estudios que sugiere la RIEMS, generó la aparición del Observatorio Filosófico. El motivo que impulsó dicha organización, empero, no fue sólo la ausencia de la filosofía sino del ámbito denominado “humanidades”. Que la RIEMS señalara que ciertas asignaturas o conjuntos de conocimiento se agruparan bajo el rubro de “Ciencias Sociales”, no justificaba la ausencia de la Humanidades. Al respecto, el Observatorio hizo notar a la DGB que:

3. En efecto, las asignaturas con nombre y apellido están concentradas en cuatro áreas que son: 1) Matemáticas; 2) Ciencias Naturales; 3) Ciencias Sociales y 4) Comunicación.
Lo que se descubre aquí es la inexistencia de un área formativa llamada "Humanidades" y que la historia la colocan en la de Ciencias Sociales y la literatura en la de Comunicación.[7]

Y en un comunicado posterior indica que:

Su propuesta tiene cuidado en dejar claro que no se está incluyendo a las Humanidades entre las Ciencias Sociales. Se consideran distintas, con diferentes objetos y métodos de investigación. […]

Aun así, el Observatorio Filosófico de México lamenta que no se haga mención independiente del campo disciplinar de las Humanidades. El incluirlo junto con el campo de las Ciencias Sociales se presta a errores de interpretación y el peligro de que una lectura descuidada haga creer a las autoridades escolares que pueden satisfacer la necesidad de las Humanidades mediante una mera atención al campo de las Ciencias Sociales. […]

El Observatorio […] acepta de momento la oferta de modificar el artículo 7 evitando modificar el número de tipos de campos disciplinares. No es la solución óptima y por ello nos reservamos el derecho de seguir defendiendo la necesidad de un reconocimiento claro y específico del campo de las Humanidades.

Mientras tanto, entendemos que la SEP asume que el rubro de “Humanidades y Ciencias Sociales” comprende no uno sino dos campos disciplinarios. Es decir, se requiere dejar claro que los campos disciplinarios de las Humanidades y de las Ciencias Sociales son distintos aunque existan formas complejas de interrelación. […][8]

Como puede observase, el Observatorio Filosófico asume que “Humanidades” puede y debe ser tomada (aceptando la estructura general de la RIEMS) como una competencia genérica que difiere cualitativamente de las “Ciencias sociales”. Tal diferencia en ningún momento se clarifica e incluso parece que las asignaturas que compondrían la competencia general: “Humanidades” son, esencialmente, filosóficas (lógica, ética, estética y filosofía mexicana[9]). En este tenor, es pertinente reflexionar sobre lo que se entiende por “humanidades” y, sobre todo, cuáles deben ser sus competencias disciplinares y por qué. El sentido común advierte que el término ‘humanidades’ se refiere a lo humano, acaso a la comprensión de su existencia en relación con diversas circunstancias y enfoques: el hombre con su pasado, su sociedad, sus formas de gobierno, sus valores, etc. Así, las humanidades parecen englobar lo que se ha denominado tradicionalmente “ciencias del espíritu”, como, por ejemplo: la historia, la política, la filosofía, la filología, entre otras. Visto así, las “Humanidades” no son esencialmente diferentes de las “Ciencias Sociales” e, incluso, podría afirmarse que estas últimas son humanidades. Como se ve, habría que justificar por qué “Humanidades” debe ser considerada un área distintiva, porque la ambigüedad del término no permite una justificación satisfactoria.

A propósito de lo anterior, se propone una justificación de por qué es menester incorporar una competencia genérica denominada “Humanidades”. Se ha mencionado sutilmente líneas atrás, que las humanidades refieren vagamente pero sin temor a error, al ser humano. Esta obviedad implica observar al hombre, no sólo desde su dimensión orgánico-biológica, sino desde un punto de vista cultural. Lo distintivo del ser humano es la cultura; por tanto, todo lo que atañe a la cultura debe ser objeto de estudio de las humanidades. Ahora bien, la cultura del hombre no es unívoca. Esto quiere decir que su estudio exige diversas perspectivas desde las cuales investigar la humanidad del hombre. La cultura tiene un pasado que requiere conocerse para entender su presente y, en el mejor de los casos, orientar su porvenir; también genera relaciones entre los hombres que deviene sociedad y, por consiguiente, política y ética. La cultura también se explica económicamente observando sus relaciones comerciales o materiales y artísticamente, a través de las creaciones que inventa el hombre para congratular su espíritu. Todos estos puntos de vista, desde los cuales se puede entender la cultura humana, son los objetos de estudio de la Historia, la Sociología, la Política, la Ética, la Economía y la Estética, respectivamente (y sólo por mencionar algunas maneras de entender la cultura). Además de esto, el pensamiento es una característica eminente del ser humano. La cultura se orienta con base en conceptos, en maneras de comprender el mundo e ideologías con las que el ser humano ha configurado ideas de sí mismo a lo largo de su historia. El pensamiento es objeto de la filosofía, por lo que, siendo esencial el pensamiento en el hombre y la cultura, resulta evidente que la filosofía es indispensable para entender al humano. Sin filosofía, las Humanidades simplemente no pueden dar razón cabal del hombre.

Quizá con lo dicho hasta aquí, puede notarse que un área del saber que se denomine “Ciencias Sociales” es bastante limitada. Esto se debe a que, si bien la sociedad es donde el humano despliega la cultura, esta úlitma es la que permite el surgimiento de la sociedad. Además, el hombre no se reduce a sociedad, también posee un mundo interior, distinto del ámbito fisiológico, que no se explica desde el punto de vista social. Dicho en otros términos, lo humano del hombre no se reduce a lo social, pero lo social es parte de lo humano. Por consiguiente, las Humanidades engloban a las Ciencias Sociales, pero no pueden reducirse a ellas. Queda, por otra parte, la tentación de suponer que la RIEMS prefiere la noción “Ciencias sociales”, por el carácter metódico que proporciona la ciencia. Es decir, puede suponerse que se habla de Ciencias Sociales, porque hay una pretensión de rigor y método para poder obtener resultados en tales estudios. Ante la posibilidad de esta objeción, sólo queda afirmar que todo modo de comprender al hombre supone una manera de proceder, es decir, un método. El estudio de la cultura exige cautela en el proceder. No se estudia lo humano por “pasar el rato” sino porque de ello depende el comprenderse a uno mismo. Además, no debe olvidarse que la ciencia procede de la filosofía, motivo por el cual no puede pensarse que la filosofía procede caóticamente. A diferencia de las Ciencias cuantificables o “exactas” (y aún en éstas), la cultura humana va cambiando; este dinamismo exige, entonces, que las Humanidades procedan, una y otra vez, a dar razón del hombre. Basten estas razones que se proponen para justificar que las Humanidades son un área indispensable de la educación y que, incluso, engloban a las Ciencias Sociales.

Quiere señalarse, para finalizar, que la RIEMS, por sí misma, no puede ser considerada algo negativo. La reforma intenta, con múltiples limitaciones, que la educación que reciben los jóvenes se útil para vivir y que los modelos de aprendizaje superen la simple memorización irreflexiva de la información. A pesar de ello, debe advertirse que no es una auténtica reforma, porque no cambia la formación de los jóvenes, sino los métodos de aprendizaje, pero su finalidad sigue siendo la misma que la de, por ejemplo, el Positivismo porfirista, que se centraba en la aplicación técnica del saber teórico. Mantener a la filosofía quizá no logre una reforma honda en el grueso de la población, pero su presencia abre la posibilidad, por mínima que sea, de que siga habiendo jóvenes que no se conformen con una educación que busque aplicación y utilidad. Son esas pequeñas posibilidades, las que no se deben perder.

Por otro lado, no es desdeñable que la filosofía se involucre más en otras asignaturas de la EMS. No hay que desechar del todo la posibilidad de que la filosofía tenga un carácter “transversal”, lo cual no quiere decir que esto debe sustituir la impartición de materias propiamente filosóficas. Lo que se quiere mencionar, es que resultaría sumamente fecundo que ciertas habilidades que se desarrollan con la filosofía (pensamiento crítico, argumentación lógica) pueden proyectarse a lo largo de todas las asignaturas de la EMS. Podrían generarse cursos de filosofía a los profesores de otras asignaturas con el fin de generar nuevos enfoques y puentes entre materias que pareciesen inconexas. Por ejemplo, un profesor de Física que explique las leyes de la termodinámica a partir de los problemas teóricos que presentaban las teorías previas a éstas, a través de argumentación lógica y planteamientos epistemológicos (o de filosofía de la ciencia), haría que los alumnos identificaran el problema y entendieran por qué tales leyes fueron creadas. Esto último, por supuesto, no impide que también aprendan las aplicaciones prácticas de dichas leyes.

Los filósofos podrían aportar aún más de lo que de hecho ya dan y, con ello, también cambiaría la manera de impartir clases no sólo de filosofía, sino también del bachillerato entero; le daría un sentido que trascienda el mero interés pragmático. Las materias filosóficas, como asignaturas equivalentes a otras como historia, química o anatomía, no orientan al conjunto de la educación, sólo son una parte de ésta y, por tanto, son bastante limitadas. La filosofía puede formar a los jóvenes o limitarse a seguir siendo sólo una parte de la formación; pero quizá esto último es lo que ha hecho que se piense en eliminarla de los planes de estudio. Así, el temor de perder las asignaturas filosóficas debe ser encausado hacia la propuesta de intervenir en la educación de manera cabal, y este impulso puede, incluso, propiciar más fuente de empleo (planeación de programas educativos para la institución en la que se labora, tiempo extra para asesoría a los alumnos, capacitación al personal docente y aspectos afines)[10].

Es menester resaltar y celebrar que la RIEMS ha logrado unir las vocaciones filosóficas del país; conviene, por ello mismo, comenzar a pensar seriamente en la educación de nuestros jóvenes. No hay que defender sólo unas materias, hay que defender la educación de la juventud, cosa que, desde Sócrates, ha sido prioridad de la filosofía.



[1] Cf. Diario Oficial de la Nación. Acuerdo 444, Cap. II (Publicado el martes 21 de octubre de 2008)

[2] Ibíd.

[3] Cf. www.ernestopriani.com. “Defender la filosofía (¿de sí misma?)”. Consultado en línea en mayo de 2009. También ver “El gremio de los filósofos desempleados”. Consultado en línea en abril de 2009.

[4] Raymundo Morado. “La Enseñanza de la Filosofía en la Reforma de la EMS”. Texto inédito elaborado el 23 de agosto de 2008.

[5] Ernesto Priani. “El gremio de los filósofos desempleados”. En http://www.ernestopriani.com/index.php?id=25,191,0,0,1,0. Consultado en abril de 2009.

[6] Op. Cit. Acuerdo 444. Séptima consideración.

[7] http://sites.google.com/site/observatoriofilosoficomx/. “Posición del Observatorio Filosófico en torno al lugar de la filosofía en la RIEMS”. Consultado en línea en abril de 2009.

[8] Ibíd. Consultado en línea en mayo de 2009. Los resaltados son del presente texto.

[9] Nótese lo curioso que es que no coloquen a la Metafísica u ontología, pues si se está pidiendo que no se evadan ciertas materias, habría que indagar por qué la “ciencia primera” no figura entre las asignaturas. ¿Es que se niega o ignora la importancia de la filosofía entendida como metafísica u ontología?

[10] A pesar de que esto podría tomarse como una propuesta, debe quedar claro que no sería la solución última ni la manera más óptima de “orientar” la Educación Media Superior. Esto se señala, porque la propuesta que se expone aquí, intenta aprovechar el ímpetu de la RIEMS, encauzándolo mediante las ventajas que la filosofía ofrece. Por esta razón, el atisbo de esta propuesta podría conciliar varios intereses pero, desde luego, no sería la única vía posible.