LA FORMA Y EL SENTIDO DEL CINE VERSUS COMPETENCIAS DESARROLLADAS EN EL ESTUDIANTE DE NIVEL MEDIO SUPERIOR A PARTIR DE INTERPRETACIONES EDUCATIVAS UTILIZANDO VISUALIZACIÓN DE JOYAS DE LA CINEMATOGRAFÍA: REFLEXIONES
Por: Lic. Miguel Angel Reséndiz Ramírez.
macewindumil@gmail.com
RESUMEN.
La ponencia trata a cerca de cómo el arte visual puede ser enseñado como mero goce en la percepción de un mundo nuevo, previo a la preparación profesional, e incluso previo a una mirada meramente técnica de la realización cinematográfica.
PONENCIA.
Sabemos que en la premura de la enseñanza académica solamente nos da tiempo para atraer la atención sobre ciertas identificaciones y categorizaciones que el estudiante debe aprender. Así que, ciertamente, no es el pedagogo enemigo de la cultura, sino el tiempo o lo que sea que queda como resto cultural dentro del espíritu humano. Solamente pretendo poner el dedo en un punto álgido de la educación, y es debido a que últimamente pretendemos educar utilizando la evaluación de competencias y habilidades que, dicho sea de paso, está en pañales en ciertas instituciones, aunque ya lleva mucho camino recorrido en tantas otras. Y a veces la parte burocrática de ciertos procesos educativos no dan el paso definitivo hacia una educación integral.
Cito el caso de una cierta institución que, al no encontrar en ese momento gente contratada para impartir la asignatura de “apreciación artística”, optaron las autoridades por suprimir tal asignatura, en lugar de contratar personal idóneo para que se encargara de la aplicación del programa y la temática correspondiente.
Es posible porque se necesitan ciertas competencias que, digamos, son extracurriculares. Y son algunas de ellas que pretendo revisar ahora. Por ejemplo, el sentido común y la intuición, que serían como competencias transversales, dado que se aplican en otras muchas materias, aunque con matices diferentes. Y es que no es lo mismo el sentido común para resolver una ecuación algebraica, que el sentido común moral que se aplicaría en la materia de Ética, por ejemplo.
A continuación presento un formato donde hablo de la intuición y el sentido común, que podrán ver en las memorias del Coloquio : INSTITUTO DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR DEL D.F. “DR. BELISARIO DOMÍNGUEZ”
FILOSOFÍA II
LÓGICA
Profr.: Miguel Angel Reséndiz Ramírez
Nombre______________________________ Grupo:__________Fecha:_____
ALGUNAS DEFINICIONES DE CONCEPTOS BÁSICOS.
INTUICIÓN.- Designa por lo general la visión directa e inmediata de una realidad o la comprensión directa e inmediata de una verdad. Condición para que haya intuición en ambos casos es que no haya elementos intermediarios que se interpongan en tal “visión directa”. Ha sido común contraponer el pensar intuitivo del pensar discursivo, pero varios autores prefieren contraponer la intuición a la deducción (Descartes) o al concepto ( Kant). Ciertos filósofos consideran la intuición como un modo de conocimiento primario y fundamental, y subordinan a ella las otras formas de conocimiento o inclusive llegan a negar la legitimidad de ellas. Otros filósofos, en cambio, estiman que la intuición es la fuente de muchas falacias y que conviene sustituirla siempre que se pueda por el razonamiento discursivo, el concepto o la deducción.
SENTIDO COMÚN.- Se puede interpretar de varios modos: Foxe, Arthur N (1962), propone los siguientes cuatro como los más fundamentales: 1) Poder de discriminar y comparar los datos de los sentidos especiales; 2) percepción de los “sensibles comunes”; 3) conciencia de toda aprehensión o experiencia sensible ; 4) Facultad de la imaginación reproductiva. hay por lo menos dos elementos comunes en las dichas formas indicadas de sentido común: A. que se trata de una función y no de un órgano . B. Que esta función opera siempre sobre dos o más sentidos, o bien sobre un sebtido y lo que es “incidental” a él (como en los llamados “sentidos incidentales” o sensibles por accidente”).
NOTA BENE: PARA MÁS DATOS ACERCA DE LOS DIFERENTES TIPOS DE INTUICIÓN, Y DE SENTIDO COMÚN, CONSÚLTESE FERRATER MORA, JOSÉ, DICCIONARIO DE FILOSOFÍA, TOMOS 2 Y 4, RESPECTIVAMENTE, ALIANZA EDITORIAL 3ª ED., BARCELONA, 1981.
Es notorio que a la edad en que recibimos a los estudiantes en el nivel medio superior denotamos mayor intuición y mayor sentido común ante los problemas que la realidad nos presenta. Y estoy de acuerdo en que las solas definiciones no dicen nada acerca de lo que es realmente álgido con el fin de preparar a los alumnos en el hecho de expresar e interpretar su realidad a través de las competencias y habilidades en las que ha sido capacitado. Es más, podríamos decir que, al inferir ciertas situaciones emocionales emanadas del disfrute artístico, no queda más que entender la catarsis como una más de las expresiones humanas que no sirven en absoluto para entender el mundo, en el sentido empírico-científico, o más aun, en sentido especulativo, como lo desarrollarían ciertas disciplinas filosóficas. Si en algún momento alguien, institucional o no, se preguntó acerca de para qué sirve la filosofía, dado que no le halla sentido problematizar una realidad incomprensible de por sí, menos aun si se percata de la absoluta inutilidad del arte y de su apreciación, sin más pretexto que el de contemplar la realidad en el simple goce estético-catárquico.
De cualquier modo, de todas las bellas artes que se aprecian, quizá la literatura, la música, y las artes visuales, tengan al mismo tiempo, la más oportuna manera de presentarse ante el mundo como las más inútiles de las artes, contrapuesto a la arquitectura, por ejemplo, y hablando en términos pragmático-científicos, en un cierto sentido, y en términos de establecer cuál es la verdad dogmática, perenne, o satisfactoria, en el peor de los casos. siempre que hablemos de una visión parcial de la Filosofía.
Las artes visuales, sin duda, han tenido mucha reestructuración en su modo de captar la realidad y han sido obnubiladas en su afán catárquico ante el uso indiscriminado de visualización estética en medios publicitarios y, aunque han intentado impactar las emociones del espectador de manera mediatizada por el afán consumístico, finalmente el concepto de re-creación estética sigue vigente de algún modo. Sin menoscabo de la personal identificación con ciertos estados emocionales que los anuncios presentan, puedo precisar que hay emociones no consensuadas con un sentido de marketing que nos hablan de una identificación emocional a partir de los iconos arquetípicos estéticos, tales como el paisaje incólume, los sentimientos universales, y la sensación instantánea de utopía, logrados en cuadros pictóricos, películas, etc.
He tratado de llevar la discusión a terrenos donde me dejo llevar por la emoción, sobre todo en terrenos de apreciación visual, para poder hablar de emociones logradas durante una cierta apreciación cinematográfica. Es verdad que como entusiasta del cine le he puesto películas a mi alumnado, en diferentes grupos, y bajo distintas intenciones. Debo confesar que, como espectador y fanático del cine, he disfrutado más la participación con mis estudiantes acerca de mis gustos cuando no tengo absolutamente ninguna intención más que la de divertirme y gozar el instante poético que presentan las películas. Sobre todo las clásicas. Y no niego la satisfacción personal cuando el estudiante descubre cosas que ni siquiera yo había vislumbrado. O cuando, al menos, reacciona emocionalmente al descubrir el propósito de la trama. Aquí podría hablar de muchos ejemplos, pero pongo tres: las películas “Casablanca”, historia de un triángulo amoroso; “los pájaros”, una distopía ecológica; “Nosferatu” de Murnau, “Los miserables”, una versión francesa en blanco y negro; “El halcón maltés”, entre otros, la mayoría tuvieron su génesis en la literatura.
¿Cómo denotar los arquetipos emocionales sin tener que caer en clichés? Solamente la mirada de quien ve las cosas sin juzgar podría descubrirlo, en el instante catárquico. Aquí la pedagogía bien podría perder su lugar, puesto que llamo la atención sobre competencias extracurriculares, pero bastante, bastante significativas: el amor, la lealtad, la maldad pura, las circunstancias catastróficas, etc. Para terminar, expongo algunas de las escenas de películas que son climática, y que bien pueden auxiliar al estudiante a encontrar su eje emocional. (En este espacio pongo un dvd, que contiene las escenas, las explico una a una, de acuerdo a la lista que ya incluí) ¿Cuál es la verdadera tarea del artista? No encasillarse en situaciones pedagógicas. ¿Y la del pedagogo? Abrir sus sentidos a un tono más inusual, menos pragmático. ¿El del maestro? Asombrarse y describir sus logros al alumno. ¿El del estudiante? Asumir la responsabilidad catárquica de resolución del Universo, mismo que debe ser más humano y más reconocible como hogar.
Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario