jueves, 11 de febrero de 2010

¿Modernidad o Posmodernidad?

¿Modernidad o Posmodernidad?

Por: Santiago Paulino Chavarría Guevara.
santichguevara@hotmail.com


Quizás suene demasiado extraño hablar de postmodernidad en los precisos tiempos de la “modernidad”, al menos, así parece, en nuestros países dependientes económicamente, donde sólo hemos recibido las migajas de la modernidad de importación y lo más grave es tratar de entremezclar la idea de postmodernidad con la cultura. En adelante trataré de aclarar estos, valiéndome de algunos textos filosóficos y de las ciencias sociales.
Moderno viene del latino modérnus, moderno es “solo hace un momento”, así el término moderno hace referencia a lo nuevo y reciente en contraposición a lo antiguo, es la marca de la transición de lo antiguo a lo nuevo, a la época moderna que es constante crear y recrear las mismas raíces del concepto moderno; la transición infinita a lo nuevo como contraposición crítica de lo antiguo.
Modernismo en el ámbito cultural es vanguardia. Habermas decía, “La modernidad se rebela contra las funciones normalizadas de la tradición; la modernidad vive la experiencia de la rebelión contra todo lo que es normativo”. Moderno es diferenciar lo pasado de lo presente y lo reconocible de uno en el otro. De ahí se puede desprender muchas acepciones de modernismo como la que afirma que no es más que un reto, a lo antiguo, que su sentido tiene tintes de iconoclasta, pues espera lo nuevo destruyendo lo hecho, es la exaltación de lo moderno, o lo más nuevo y reciente de cualquier época. Pero quien pensaría que lo más nuevo sería captado por el capitalismo como lo diría el mismo Marcuse, o bien, esa creación de la burguesía en palabras de Michel Foucault, terminaría por ser una relación instrumental de los fenómenos socioculturales.
Es lugar común a decir que no hay postmodernidad sin modernidad; la noción de postmodernidad, se da con mayor intensidad en la cultura (en el sentido antropológico que yo entiendo son aquellos productos y practicas sociales capaces de generar sentido, significado, sobre la vida cotidiana a nivel colectivo), en sus formas y contenidos, postmodernismo hasta lo que hemos dicho, es entonces, un concepto periodizador. Pero como todo tiempo lominal que se diferencia de otro, lo postmoderno no le ve sentido a los valores que imperaron en el modernismo. Pero para ser mas honrados diremos que el término postmoderno “viene de la teoría del arte para convertirse en fórmula, luego en corriente de pensamiento de pensamiento y en un ambiente cultural; en crítica radical de la “civilización burguesa” y del marxismo. Postmoderniad es el intento de superar la racionalidad moderna, de tal suerte que lo postmoderno es lo pos-racional "es decir una destrucción (deconstrucción) de la filosofía moderna” (Ibidem).
Hoy en día muchos hablan de postmodernismo, pero esto sólo es la confirmación de que la teoría se anticipa a la práctica o influye poderosamente en ella. De hecho se puede afirmar que existen productos “postmodernos” que se han aparecido como configuración simbólicas producto de la introducción de cambios. Son estos síntomas y en esa medida son genuinos. El postmodernismo, no es sin embargo, un estilo, sino una modalidad ecléctica que amalgama cuanto elemento es susceptible de ser tomado, de cualquier estilo, forma contenido, etc.. Sin embargo, no es ningún neoestilo de cualquier época, es más bien, una condición universal y si así lo dibujamos no es más que una manera de necesidad intrínseca de cambio, sino por razones de su propia evolución, son síntomas de postmodernidad. Postmodernismo es la negación de lo que Marx llamó el modo de producción capitalista, una nueva época histórica sucesora de la modernidad o de la época moderna, es haber dejado la época burguesa. Pero en realidad lo postmoderno más que una salida es continuación de lo moderno.
En ese mismo sentido, el inicio de la postmodernidad, que intenta caracterizar la modernidad, lo pasado, lo que perdió vigencia, la causa de todos los males políticos y los sufrimientos de las masas. Lo postmoderno se entiende en contraposición al modernismo o modernidad, de la Razón Moderna, de la Ilustración burguesa y su continuidad, como intento de crear nuevos conceptos que permitan superar el pensamiento y lenguaje (hechos ya mercancías), la cortina ideológica o cultural de las masas, la corrupción del espíritu y su estupidez masiva, la mezcla de naturaleza y domino, el uso instrumental de la razón, de la realidad y la racionalidad, la negación de la civilización occidental y su racionalidad irracional de uniformidad, de la repetición. La modernidad que puso el conocimiento al servicio de la autoconciencia del sujeto que domina la naturaleza, lo que algunos llaman la autonegación humana o bien como lo llaman Adorno y Horkheimer “él circulo civilizatorio”
Lo moderno y la época moderna se distinguen por la diferenciación institucional del conocimiento científico, o más bien, por ocultar tras el juego lingüístico los mundos de vida cono decía Wittgestein. La ciencia tiene el supremo, poder, derecho y control entonces para rebajar, descalificar y anular a otras formas de conocimiento en oposición a la científica. Es aquí donde la modernidad científica necesitó crear los metalenguajes, para lograr su legitimación racional por la justa lucha de la libertad y la igualdad. La promesa postmoderna, para los postmodernos es la alternativa, es la oportunidad de mitificar la diferenciación cultural y su igualdad. El lenguaje como único medio de conocimiento, debe dejar de ser un sistema cerrado, como lo proponía los lingüistas estructurales y dejar de ser metáforas afirmatorias de cadenas sintagmáticas condensadas. Los postmodernos están por una especie de nihilismo lingüístico. Todos los postmodernistas consideran que el modernismo ya se ha consumido, los arquitectos marcan el fin de la época moderna con el derrumbe de las obras, de los estándares modernos de la ciencia urbana. Y es que en el modernismo ya no existen corrientes o direcciones alrededor de las cuales se aglomera el público y creadores, hecho por el cual se forman nuevas filosofías y por ello. en nuestros tiempos estamos hablando de la postmodernidad.
El sentimiento de insatisfacción, desencanto, lleva a los creadores y no creadores abordar nuevos terrenos, algo que les dé sentido a sus necesidades y satisfacciones. Algo que retomar y que sea conciencia directa de lo que es y de lo que no es, donde la realización sea lo más próximo a lo natural y nuestro entorno donde se recupera otra vez el sentimiento de renovación espiritual. Si bien es cierto que todos los “ismos” o doctrinas han sido rápidamente absorbidos, canalizados y estereotipados, para la postmodernidad, ya no es importante los medios o técnicas, nada más, sino los resultados reales finales. Eso es lo importante, a no es la recuperación por una cierta modernidad en sí misma. Es decir que estamos dentro o en los tiempos de la postmodernidad. El postmodernismo es un fenómeno todavía reciente, inaprehensible y que tiene todavía un sabor de a moda. Frederic Jameson desde una perspectiva sociocultural dice “el postmodernismo debe comprenderse como una “denominante cultural” con rasgos propios y reiterativos, pero de ninguna manera llaga a conformar un estilo o movimiento, al menos en las artes platicas. El postmodernismo sé enraíza, por un lado, en el desencanto generalizado de las sociedades avanzadas por el apogeo de los medios masivos de comunicación, pero además tiene fundamentos críticos que se derivan de la institucionalización neoacadémica de los vanguardistas. Se inicia en revalidación de objetos de civilización considerados como antiestéticos y contraculturales, desde el punto de vista de una alta cultura en oposición frontal a las “culturas populares” (que prefiero llamarlo como culturas de lo cotidiano). De hecho escribe Jameson, los postmodernistas se sienten fascinados por el conjunto del panorama “ degradado” que conformas en shock y el kicsch, la cultura de los seriales de televisión y de selecciones de Reader´s Digest, de la propaganda comercial y los moteles, de las películas de medianoche y los filmes de bajo nivel de Hollywood, de la llamada para literatura, con sus categorías de literatura gótica o de amor, biografía popular, detectivesca, de ciencia ficción o de fantasía: todos estos materiales que los postmodernistas no se limitan a “citar”, como lo habrían hecho un Joyce o un Hahler, sino que incorporan a su propia sustancia (Jamenson F. 1986)
El postmodernismo es el mecanismo de reapropiación, de reciclaje de lugares comunes renovándolos eventualmente (en la sociedad de los media). El postmodernismo en la cultura y en el arte no pretenden ser original, el toque de las vanguardias, o la “neta”, solo pretende mostrar desde su “eventual“ postura critica el mundo de las apariencias mediatizada, en contra del futurismo, del iconoclasta, del cubismo, del Dadaismo. El postmodernismo rebasa el campo de las artes, concretamente el postmodernismo se caracteriza por una desvalorización paulatina de los sistemas ideológicos, por plantear la crisis moderna.
Como decíamos antes de hablar de postmodernidad en nuestra sociedad que no ha conocido la modernidad en su totalidad y mucho menos la vive en sus beneficios, donde la modernidad en nuestro país es como movimiento en continuo desplazamiento, siempre ascendente.
Esa modernidad que es de los demás, de los “otros” que siempre se perfila como cambio de estrato social. Así la postmodernidad aparece como otra modalidad de la modernidad. Pero volviendo a Jameson el postmodernismo, es un corte, un parteaguas de un fenómeno socio-histórico, pues expone un corte epistemológico de las formas de producir conocimiento, sino además de todo el sistema sociocultural en conjunto, pues en esta quien lo recibe. En México esos síntomas de postmodernidad, es retomar de una cultura que fue exiliada de su propio país. Es una amplia modificación dl carácter mismo de la producción del conocimiento. El postmodernismo no es un movimiento organizado, sino una convergencia espontanea de intereses o desintereses de manea desordenada, ecléctica. Sin un aparato exclusivo de conceptualización.
La cultura moderna nacional el México, en ese sentido un mito, es el mito del carácter nacional y es en esto que fundamente su gran legitimación del Estado moderno mexicano. Lo moderno de la cultura nacional nos oprime y es necesario criticarlo desde la no-modernidad. La cultura entonces como una dimensión del problema político y a la inversa, pues lo que está a punto de morir es la cultura occidental como dice Castoriadis. La muestra son todas las luchas libertarias, que dan testimonio de esto, de la vigencia de un proyecto de autonomía sociocultural. De hechos es imposible hablar de una transformación social sin recurrir a la cuestión de la cultura o de “un mundo de vida”. Lo duradero de las culturas autónomas se manifiesta aún en nuestros días y no podemos hablar de que son mera supervivencias, pese a los esfuerzos continuados de los occidentales u occidentalizados de destruirlas lo duradero de la cultura es y permanece “ a través de la continua investidura de los valores y significados sociales imaginarios propios de las diferentes tenías, que continúan orientando su hacer y su representar sociales” (Castoriasis: 1987:17; pero que se vea que no estamos hablando solo de la cultura popular, sino de la misma producción reproducción casual de la cultura. Postmodernidad en ese sentido es una destrucción (desconstrucción) de la vida moderna, de la filosofía moderna, del mito del progreso. Del mito de la evolución unilineal, del cambio dirigido, de la civilización occidental, que significó para nuestras sociedades “no civilizadas” la perdida de la autoimagen, de la singularidad, de la inteligencia de sí mismos, la cultura occidental “civilizada” ensimismada en sí, altero la identidad de los “otros” ahora “nuestros otros” de cómo ellos lo llaman los no civilizados, la cultura occidental trato de homogeneizar todas las sociedades humanas y aún continua. Sin embargo, dio a la vez un nuevo caris a los significados existentes, Europa en tiempos modernos se imaginó al otro negándose a sí misma. Pues la existencia del otro forma parte de la identidad de uno mismo. Estamos pues ante la reconstrucción de una multiplicidad de la humanidad. De la diversidad sociocultural, de aun reafirmación de las identidades socioculturales, no se trata de renuncias a la identidad hasta ahora construida, sino alcanzar la configuración de una más alta y diversificada. La postmodernidad.

1 comentario:

  1. EL CRISTIANISMO PURO es eterno y puede soportar los cambios de paradigmas que se dan en el devenir, enfocarse de diversas maneras y enmarcarse en diferentes contextos, culturas, modelos y religiones; de todas maneras permanece inmutable. Debido a que la doctrina y la teoría de la trascendencia humana que Cristo ilustró y predicó, tiene un valor genérico y universal; por ello, pudo injertarse al judaísmo y mantenerse en el oscurantismo privado de la luz de la razón durante dos milenios, sin asfixiarse, cegarse o extinguirse. Y también puede enmarcase en el helenismo, el hinduismo, el budismo, el sufismo. Soportar el cambio de paradigmas, y crecer y desarrollarse en el ateismo, el desarrollo humano, el empirismo, el escepticismo, el humanismo, el misticismo, la nueva Era, la modernidad, la post modernidad, racionalismo, y el sincretismo. El reto es sacar el cristianismo del oscurantismo judío, a fin de que la trascendencia humana refleja en Cristo ilumine al mundo. http://www.scribd.com/doc/42618497/Imperativos-Que-Justifican-y-Exigen-Urgentemente-Un-Nuevo-Enfoque-Del-Cristianismo-a-Efecto-De-Afrontar-Con-Exito-La-Crisis-De-La-Modernidad

    ResponderEliminar